Cuando se piensa en las obras del antiguo Egipto, por lo general se evocan las grandes pirámides de la meseta de Guiza o los templos de Karnak y Luxor, que nos sorprenden por su imponente tamaño y su maravilloso estado de conservación. Usualmente, se considera que estas obras son el resultado de la megalomanía de los faraones y creemos que se pagaron grandes riquezas monetarias a sus constructores. Esta última concepción es errónea, resultado de nuestra visión occidental y posmoderna con la cual queremos “ver y medir” a culturas que tenían otra cosmovisión. En este sentido, uno de los objetivos simbólicos de las mencionadas construcciones fue el asegurar la fertilidad de la tierra y la abundancia agrícola la cual, a su vez, proporcionó el pago para su creación, es decir: alimentos.
El historiador y geógrafo griego Heródoto de Halicarnaso (c. 484-425 a.C.) en su ἱστορίαι (historíai) -mejor conocida como “los nueve libros de historia”- narra que a los trabajadores egipcios se les pagaba con rábanos, cebollas y ajos. Este dato permite entrever el aprecio que los habitantes del antiguo país del Nilo tenían -y aún tienen- por la comida, la cual no sólo se ingiere para el diario sustento, sino para deleitar todos los sentidos que se involucran en su degustación. criarenpositivo.es
Aquí surge la pregunta: ¿qué comían los antiguos egipcios? Para tratar de responder esta cuestión, primero hay que recordar el célebre enunciado: “Egipto es un don del Nilo” (erróneamente atribuido a Heródoto) y que, ciertamente, no puede ser más apropiado; ya que sin este gran río que fue -y sigue siendo- la principal fuente de prosperidad, todo el territorio egipcio sería un árido desierto incapaz de sustentar a una población humana. El desbordamiento anual del Nilo renovaba la tierra y permitió la agricultura y la ganadería a gran escala. Los mayores cultivos eran de trigo y cebada, con las cuales se elaboraba pan y cerveza, que constituyeron la base de la alimentación. También se plantaron verduras y frutas que otorgaban variedad a la dieta, así como pescado y carnes de diversos animales; aunado a la leche o huevos que también se obtenían de ellos.
Artículo: Gerardo P. Taber
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Contigo pan y cerveza. Análisis de la fórmula de ofrenda y de las inscripciones de Nebuau y Tinethut del Museo Nacional de las Culturas del Mundo de México
Cuando se piensa en las obras del antiguo Egipto, por lo general se evocan las grandes pirámides de la meseta de Guiza o los templos de Karnak y Luxor, que no
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2020-09-26

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